10.31.2015

Elena Urrutia




Conocí a Elena Urrutia durante el Curso de Verano del PIEM, en el COLMEX, en el 2006. Pero le había encontrado unos años antes, cuando hacía la tesis de licenciatura y me conseguí, recién salidito del horno, el libro Estudios sobre las mujeres y relaciones de género en México: aportes desde diversas disciplinas (COLMEX, 2002), que la académica mexicana coordinó.

Está de más mencionar la emoción de "groupie" el primer día del curso, al encontrarme en el mismo salón con la responsable de un texto que significó tanto en mi vida universitaria y personal. Entonces de 74 años, se le podía ver todas las mañanas subir y bajar por los pasillos del Colegio de México, arrastrando un carrito con un pequeño tanque de oxígeno, al que le unían delgados tubos de plástico. Siempre animosa y dispuesta, generosa al compartir su experiencia y conocimientos, ese año coordinaba el Curso de Verano. Fue un verdadero honor conocerle.

Fundadora del Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer (PIEM), en 1983, primer programa de su tipo y nivel en nuestro país; Elena Urrutia es, me parece, junto con Marta Lamas y Marcela Lagarde, uno de los tres pilares fundamentales de los estudios de mujeres y género en nuestro país. Gracias a mujeres como ella, estos temas se convirtieron en objeto de estudio académico formal, abriendo la puerta a muchas otras y dejando tras de sí un riquísimo legado teórico que, tarde o temprano, ha logrado incidir en la toma de decisiones en materia de políticas públicas.

Anoche, ya tarde, leí la noticia de su muerte. Algo justo en la frontera entre la tristeza y el agradecimiento me llenó el corazón. Lamento su partida, pero celebro su vida. Agradezco su valor y persistencia (porque en nuestro mundo, sin valor y persistencia las cosas para las mujeres nomás no funcionan). Y me llena de satisfacción haber podido coincidir con ella (y un grupo de mujeres extraordinarias) aquel verano del 2006, en su PIEM: ese espacio académico que cambió mi vida.

Descanse en paz, Elena Urrutia.