Desde que doy clases en programas cuatrimestrales de licenciatura, desde que vivo así, en «tétradas» mensuales, el tiempo con toda su relatividad dejó de ser aquel molesto bloque sólido que parecía inamovible, durante mi infancia. Ya ni siquiera es la materia fluída a través de la cual navegaba la vida, sin pausas, sin prisas, en mi adolescencia/juventud.
El tiempo me resulta ahora tan intangible (que tangible nunca ha sido, pero ahora menos), tan disperso y poblado de instantes efímeros.
De pronto me doy cuenta de que tengo 3 años trabajando en el mismo lugar, 3!... recién he rebasado mi récord de tiempo para una empresa (de manera remunerada), y me queda esta sensación de haber olvidado la mayor parte de ese tiempo. Lo más satisfactorio, sin duda, es mi labor docente y en este rubro puedo recordar instantes en el aula, los alumnos, los contenidos... los trabajos académicos más sobresalientes.
Tengo asuntos pendientes. Intento atenderlos, resolver lo que sea posible.
Ahora que, aún contra mis expectativas, el 2011 va tomando forma, una muy buena. Se avecinan satisfacciones profesionales... más que profesionales, personales, sí, y colectivas. Ya estaré anunciando en su momento.
...los asuntos pendientes, se resolverán.
Sigo, pues, funcionando como mamá, profe, empleada, medio poeta y (en menor medida) fotógrafa (:( aún necesito una cámara... y tiempo... y algo que me provoque la mirada)
Sigo escuchando, de reojo, las noticias. México me duele tanto. México y el mundo. Pero aquí vamos, girando, girando...
...good night!
:)
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