12.26.2011

bueno, 2011, fue un placer...

el tiempo no se detiene, mi blog sigue acumulando publicaciones, textos, música, videos... historias que se tejen con la mía.

Si bien este año que concluye ha sido de los más difíciles en mi vida, debo reconocer que igual me deja recuerdos buenos, gozosos y afortunados; encuentros, redescubrimientos, gente y letras, todo lo bonito, todo.  Lo que falte por resolver es, exclusivamente, mi responsabilidad... y en eso estoy.

Supongo que ahora vivo una etapa agridulce... la vida te enseña muchas cosas en periodos de tiempo muy breves y cuesta trabajo asimilar tanta información. 

Del 2012 espero: que sea paciente conmigo, que se ponga de modo y que sea discreto.  Que aproveche mis momentos de euforia y que sea tierra fértil para mi trabajo.  Que mi Kix sonría siempre, llena de salud.  Y que todos mis seres queridos sean dichosos.

Por mi parte, prometo echarle ganas y disfrutar el viaje.

les dejo abrazos,
M

Jason Moran - I'll play the blues for you (2005)


...las últimas noches del 2011 suenan más o menos así...

12.23.2011

Letras

Nochebuena

Fernando Silva dirige el hospital de niños, en Managua.

En vísperas de Navidad,  se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaba para festejar.

Hizo un último recorrido por las salas, viendo si todo quedaba en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón: se volvió  y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás.  En la penunbra, lo reconoció.  Era un niño que estaba solo.  Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizás pedían permiso.

Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:
Decile a... —susurró el niño—. Decile a alguien, que yo estoy aquí.
--------
Galeano, Eduardo. (2004)
El libro de los abrazos.
México: Siglo XXI

Letras

Una Canción de Navidad
(fragmento)

El Johnny sigue caminando por los pasillos de la tienda de ropa, bobiando aquí y allá, mientras imagina qué clase de Navidad les espera a las viudas recientes, a los desamparados, a los niños de la calle, a los indigentes, a las víctimas de violaciones, a los familiares de los recién despedidos de sus empleos, a los parientes de cientos de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, a los secuestrados, a los indígenas que ya son parte de la moda, a los que entraron a la locura por no soportar la realidad, a los que están solos en el mundo...

El Johnny siente un jalón en su chamarra.  Voltea y un niño de seis o siete años le pregunta:
—Eres pariente de santoclós?
—¿Por qué?
—Por las barbas
—Ah, si.
—Le puedes decir que me traiga pa Crismas una bolsa llena de luchadores enmascarados?
------------
Castillo, Roberto (2004)
La Esquina de Johnny Tecate
México: Oasis Editorial, Col. Horas de Junio

12.20.2011

notas para una despedida...


El otoño se despide con dulzura, sabiendo que siempre habrá septiembres nuevos, para nosotros...

Dejo libre mi cabello para que se escurran la más rojas nostalgias... ay, otoño, cuándo será septiembre, para que vuelvas!... ¿cuándo será de nuevo, sobre mi cuerpo, tu beso en sepia?

Este otoño era todos los otoños... y todos los otoños se anidaban en él.

Voy a restregarle mi nostalgia a las paredes y el mundo sabrá cuánto he amado a este otoño.

Mañana no tendré más remedio que amanecer con el invierno... no será por despecho... será por el frío.

El jazz y yo, hasta que vuelvas.