...confieso que esta entrada se quedó en "borradores" por dos o tres semanas.
Sí, fue difícil cerrar el 2014.
En la chamba, el semestre: intenso. 180 alumnos. 180 ensayos finales. Creo que le aumenté un par de dioptrías a mi miopía, luego de terminar de leerlos a todos.
Las fiestas: duras. No había llorado la muerte de mi abuelita (de marzo pasado) como lo he hecho en las últimas semanas. Navidad, para mí, era mi abue. Quienes me han leído por años lo saben. Saben de diciembre y mi abuelita. Al explicarle a la Kix porqué la extraño en estas fechas, al ponerlo en palabras -finalmente en mi voz-; sucedió: no pude esconder [esconderme a mí misma] más tiempo lo mucho que me duele haberla perdido. La sensación de desamparo al saberme sin ella. Sin sus consejos.
En marzo, la primera reacción fue agradecer que ya no sufriera más. Su descanso. Así pasó el año entero. Incluso mi cumpleaños, sin su llamada tempranito para cantar las mañanitas, sucedió sin mayor angustia. Pero Navidad, caray, Navidad. Desde que tengo memoria, todas las Navidades fueron junto a ella.
Ni hablar, así sucede. Algunas personas forman parte fundamental de tu vida. Su ausencia es muy grande.
Quisiera cerrar este texto con un mensaje más luminoso. Ustedes sabrán comprender que lo deje aquí nomas.
Abrazos.
1.03.2015
12.08.2014
Andrés Martín - Elegia no 2
Del concierto de clausura al X Encuentro Latinoamericano de Contrabajos, el pasado jueves 27 de noviembre, en el CECUT.
11.26.2014
La oxitocina, que le llaman...
"Mamá yo quiero
ir contigo en el
verano a la
Playa juntas
las dos
juntas mamá"
Algún día los libros de historia contarán lo sucedido en México, este 2014. Según el criterio del historiador en turno, se dará cuenta de los hechos, las muertes, los desaparecidos; los graves desaciertos del gobierno en turno; los viajes, las casas millonarias, las licitaciones revocadas. Las muertes, las marchas, las protestas, los encarcelamientos bajo sospecha por nombrarse "compas". Algún día los libros de historia, apegados a criterios formales y académicos, a los principios de la historiografía; contarán lo sucedido: las muertes. Y las generaciones futuras conocerán de nuestra indignación, nuestro coraje... nuestra infinita tristeza.
Espero que no se tome a Facebook ni a Twitter como fuente válida y confiable. Que la historia no se convierta en un "meme" de lo vivido.
En tanto, acá seguimos, luchando por la vida. Formando nuevas generaciones de universitarios que observen, analicen y reflexionen con sentido crítico. Que no se crean todo lo que ven en la tele o leen en las redes sociales. Que busquen otras fuentes, comparen, contrasten, verifiquen, corroboren, confirmen... antes de lanzar opiniones incendiarias a la ligera.
El cierre del año ha sido duro. Afuera y adentro. Ya pesan los días, el cansancio... los silencios.
El semestre laboral: a punto de concluir. Un par de semanas intensas, para el cierre de 180 alumnos. Pero, estaremos bien, me dijeron hoy.
El auto salió hoy del taller (la 3a vez en los últimos 4 meses). Un par de días de peatona, andando la ciudad al ritmo de mis pasos; en la cadencia justa de la batuta de mis pensamientos que observan todo. El Centro es distinto: edificios remodelados, estacionamientos públicos que no los son más, calles cerradas con el asfalto abierto y la entraña de fuera; y a la vez, tan el mismo. ¡Qué experiencia tan total y abrumadora andar la ciudad en dos pies, mientras llevas encima una nube de ideas! La vida multitask.
Extraño a mi abuelita. Nueve meses sin ella, el próximo 2 de diciembre. Nueve meses... será que la gestación del duelo llega a su fin y por fin se rompe la fuente de mis lágrimas. Soy lenta para algunas cosas. Lo soy.
Mucho trabajo. Suerte que la familia, los amigos... mis Lunas Bravas. Suerte que la cría y sus manifestaciones de amor (sospecho sienta mi tristeza y busque ¡inocente, sin deberlo! alegrarme un poco).
El mundo es una basura... pero siempre lo ha sido. Porque el ser humano lo es. Solo basta abrir los libros de historia. Este 2014 nada estrena. Nada nuevo bajo el sol. Qué infinita tristeza.
Pero, les digo, llega la cría y ofrece una tarjeta: un sueño. Y, entonces, yo sé que vivo para que esos sueños sean alcanzados. Para que su sonrisa, siempre. Y entonces, sonrío igual.
La oxitocina, pues.
11.21.2014
Así noviembre:
Mañana, sábado 22 de noviembre,
a las 19:00 hrs.,
en el CEART Tijuana
NOCHES DE LUNA BRAVA
continuamos con la gira/presentación de nuestro
primer disco.
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10.20.2014
Así octubre...
9.22.2014
Otoño 2014
Nunca tan oportuna la llegada del otoño:
ahora que tengo las nostalgias calientitas
el embeleso fresco
los labios partidos
...y los suspiros.
Ahí vamos. Así las cosas.
8.14.2014
Instrumentos para abrazar...
Si bien soy fervorosa escucha de las ejecuciones al piano, tanto de piezas "clásicas" como de jazz; y debo confesar un concupiscente apego a su simetría en blanco y negro. Mientras, igual, vivo un triángulo apasionado con dos instrumentos de viento, el saxofón y la trompeta [con sordina no, porque me enamoro], al grado de no poder decidirme por uno en particular y abandonarme —sin pudor— al deleite gozoso de interpretaciones conjuntas [como la gloriosa "So what" de Miles Davis con John Coltrane, ¡mi Johnny!].
No estoy aquí, esta vez, para escribir de mis perversiones musicales agudas y crónicas. No. En esta ocasión aprovecho para retomar una conversación de sobremesa compartida con mujeres extraordinarias, entre ellas la cronista Magali Tercero. En aquella oportunidad el tema salió a la plática, precisamente, porque en el establecimiento de alimentos en el cual nos encontrábamos amenizaba un hombre tocando el acordeón. Y, entonces, la reflexión giró en torno a estos instrumentos que requieren de su ejecutante una actitud de abrazo.
El acordeón, la guitarra, el cello y el contrabajo, por mencionar algunos ejemplos, requieren del músico no solo la disposición hábil y solícita de sus manos. No, estos instrumentos necesitan un contacto más íntimo, mayor proximidad entre su cuerpo y quien, en cierto punto, no solo los toca: los acaricia.
Resulta fascinante en verdad observar a los músicos en el punto de mayor intensidad de sus ejecuciones. Más allá de la maestría en el oficio, la pulcritud de la interpretación y la sensibilidad para arrancarle al instrumento las notas precisas; atestiguamos un verdadero acto de amor.
Al llevarlos tan cercanos al tórax, instrumento y músico comparten un momento de intimidad que puede, incluso, provocarnos cierto placer vouyerista. Instrumento y músico acompasan el ritmo de su respiración y sus latidos. Y como producto de ese acto sublime: la música.
Desde una pieza clásica hasta un tango; de la canción popular al más estridente ejemplo de free jazz; estos instrumentos abrazables son una delicia para la vista y el oído.
Ponga Ud. atención y luego me cuenta si no.
Nota: la imagen que aparece en la parte superior es edición a la fotografía que tomé el 30 de mayo de 2006 a Saúl Alejandro Huerta, acordeón en La Ballena de Jonás, en la cabina de Fusión 102.5 (Entonces, todavía, Estereo Frontera).
8.11.2014
38
Pues bien, un cumpleaños más. El 38. Y julio se me fue, no sin antes dejarme un montón de recuerdos muy gratos en la sonrisa.
Me dejó, también, la certeza de que la vida aún puede sorprenderme. Y bonito.
El mes entero estuvo ricamente lleno de poesía. Justo el 27 cerramos la temporada de presentaciones de "Lunas Bravas" en la Sala de Usos Múltiples del CECUT, con un lleno total que me cantó a coro las mañanitas. ¡Qué tan bonita manera de celebrar un cumpleaños!
Trabajar como docente de asignatura en UABC me permitió tomar unas largas vacaciones, como hacía años no tenía, para disfrutar al lado de la cría. Jamás habíamos tenido tanto tiempo para compartir... y lo hemos pasado lindo, lindo. No hizo falta salir de la ciudad... la imaginación no requiere grandes inversiones, jaja
El semestre 2014-2 viene con mucho trabajo, en horario bonito. La Kix ingresará al 2do grado de primaria. La vida no se detiene.
Extraño a mi abuelita. Lo haré siempre, supongo.
Y en el ejercicio de extrañarla también me sabe mucho mejor el cariño de la familia y amigos que, no por presumir, son verdaderas joyas.
La vida es un baile, lo sé. ¡Sigamos bailando!
7.10.2014
Oscuridad para navegarse: TREVAS. Canción del navegante de sí mismo
Comentarios al libro de Mijail Lamas
presentado en CEART Tijuana
el 6 de junio de 2014.
Suelo decir que todo poemario es y será lugar
de hallazgos afortunados. Lo digo con plena convicción; con la certeza que me
da la experiencia lectora de años.
Cierto, soy proclive al poema en todas sus formas y presentaciones. En
particular, tratándose de libros, los busco, los invado a miradas arteras, los
saboreo una y otra vez; y los resguardo como tesoros invaluables. Jamás los
presto.
Encuentro fascinante el hecho de que, con las
mismas exactas vocales y consonantes con las que nombramos lo cotidiano, lo
banal y prosaico; los grandes poetas logren llenarnos de asombro: sacudirnos el
alma.
Pero, debo confesar, siento prácticamente la
misma emoción al leer el poema que al conocer las historias que se tejen
detrás; en su origen, alrededor, en las vidas que toca el poema así sea siglos
después de su creación.
Entonces, permítanme decirlo, al tener a Trevas.
Canción del navegante de sí mismo en las manos, supe que había llegado
a mi vida uno de esos poemarios que sacian todo mi fervor poético y lector.
Mijail Lamas, en un desdoblamiento toma la voz de Cesário Verde, poeta portugués del siglo XIX, justo en sus
últimos días. Así, desde la mirada de Verde, reconocemos el entorno,
sus espacios, sus miedos, sus pesares.
Sentimos la fiebre, el zarpazo eléctrico del escalofrío recorriendo la
espalda; el insomnio, la tos que ahoga.
El tiempo que se extingue:
El tiempo es esta flama que
brilla en mi cigarro, dice
Verde.
Lamas nos vuelve cómplices del poeta decimonónico y, junto a él andamos la
cuenta regresiva. Lo vemos, a cada vuelta de página, más cansado, palideciendo,
débil. Compartimos la oscura travesía por sus océanos internos; de sus
recuerdos: las mujeres amadas, los hermanos perdidos, también, por la
tuberculosis. Nos atribulan sus mismas
dudas. Verde, agonizante y con apenas 31 años,
nos parece un viejo navegante rumbo al puerto final.
Desde algunas páginas nos aborda Lamas, como
narrador omnisciente, quizá dándole a Verde un respiro necesario. Su mirada
sobre el poeta que agoniza es gentil, sin embargo total. Desde la radiografía
de sus pulmones donde anida la muerte; hasta el daguerrotipo de sus 14 años
asomándose a la ventana para mirar lo mismo a Caballeros Hidalgos
Navegantes que a Mujeres siempre rubias salidas de los
cuentos. Hay pesar en Lamas, él lo sabe:
Las
palabras que escribe
Cambian
la geografía
Del
mar donde se hunde
Al adentrarme en Trevas, surge entonces esta imperiosa necesidad de
saberlo todo de Verde. De leerlo entero. Pessoa y algunos de sus heterónimos
hicieron patente, en su tiempo, la importancia del poeta para la literatura
portuguesa. Y entonces me pregunto, cómo es que llega Verde, desde la Lisboa de
la segunda mitad del siglo XIX, a la poesía de Mijail Lamas, poeta
contemporáneo, mexicano… ¿cómo? ¿Qué los unió en el camino de la poesía? No
abundaré en las respuestas ahora, dejaré que el mismo autor lo comparta. Solo diré que sigo en el asombro de la
causalidad poética que nos trajo este poemario hoy, en esta tarde de junio, a
Tijuana. En el asombro de las redes
invisibles que teje la poesía, para hacerle llegar hasta donde sea necesaria.
Yo agradezco a Mijail la gentileza de su
invitación para compartir Trevas. Canción del navegante de sí mismo, y
los invito a la lectura. A dejarse tocar por el poema.
Mónica Morales Rocha
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7.08.2014
Palabras
Veamos:
"hum" 1. to sing with the lips closed and without articulation. 2. to utter a sound like that of the speech sound \m\ prolonged.
"tararear" Cantar entre dientes y sin articular palabras.
Lo he dicho antes: prefiero "hum" a "tararear". To hum me suena más a suspiro contenido; a expresión gutural, instintiva y placentera. Por su parte, tararear me hace pensar en el tartamudeo torpe de quien no recuerda la letra exacta de una canción; nada dulce, ni sublime. Tararear es recurso emergente. To hum es una estrategia bien organizada.
I'd rather to hum -maliciously- in someone's ear than "tararear" meaningless sounds and kill the mood. (quoting myself)
Además, to hum es la forma suave (soothing) de to purr... Finalmente, esa "m" que cierra cada hum -a labios unidos- es el beso aquel que cierra la boca cuando estamos como ausentes, del que se refirió Neruda... mmm.
Pues bien, ¿qué hago en mis ratos libres? pensar en las palabras. Así las cosas.
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