8.13.2015

Agosto update...

Vamos de nuevo con los poemarios de Enriketta Luissi
sábado 22 de agosto
Galería La Blástula

 Fin de semana con doble show de 
Noches de Luna Brava
Tijuana y Chula Vista

***
Por ahí nos vemos, agosto.

8.04.2015

Tord Gustavsen y el erotismo dialéctico… de la vida

[De mi colaboración para Dijazz Radio]


Proclive, como soy, a las ejecuciones de piano; a la seductora simetría en blanco y negro de su cuerpo; confieso que a Tord no le tomó más de una vuelta entera al disco para tenerme rendida, sin remedio, a la sonora voluntad de sus manos. Poco supe entonces de las maravillas teóricas que este pianista guardaba bajo la manga.

Sí, este prodigio noruego de la naturaleza, además de exquisito pianista, ha desarrollado una carrera académica en musicología, en la Universidad de Oslo. En el ensayo “The Dialectical Eroticism of Improvisation”, Gustavsen presenta el resumen de los postulados que aborda a profundidad en su tesis. ¡No puedo siquiera aproximarme a describir el regocijo que sentí de saber que compartimos bibliografía! Que los mismos textos en mis libreros (Mind, Self and Society de Mead, o The Social Construction of Reality de Berger y Luckmann, por ejemplo), le acompañaron en su proceso académico. Aún sonrío.


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La Ballena de Jonás (2014)

[De mi colaboración para Paper Moons, literatura y más, 14/11/2014]


La segunda pieza es Periscopio, una de mis favoritas del disco. En el mismo tono que la primera, te invita igual a bailarla que a tararear. Me puede encantar la guitarra; sus momentos protagónicos, siento, son la voz que cuenta la historia aquí. ¡Y ese cierre!... te hace sentir dentro del submarino, observando, con asombro, el universo en las profundidades del mar.

El número tres es Piruetas. Aquí bajan la intensidad y nos presentan, me parece, la pieza más dulce de todo el disco. Aun completamente instrumental, vaya, sin letra, el violín nos cuenta una historia extraída de los propios recuerdos. Esta canción es un abrazo, dulcísimo. Una lindura.

Devorador es la número cuatro. Acá le entran con todo a la pasión tanguera. Un cambio de atmósfera. De entrada se siente la influencia de Piazzolla (y, seguro, los arreglos de Martín). Pero, más adelante, retoman su ritmo juguetón y entran las voces cantando el coro. Sí, son La Ballena. El acordeón no suelta la nostalgia. La flauta y el clarinete mantienen el drama.



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8.02.2015

Tú y las nubes, otoño...

[De mi colaboración para el blog de Miguel Rovel, 28/04/2015]


Segura estaba que, para olvidar las penas terrenales, era preciso mantener la mirada en alto. Abandonarse al embeleso que provocan  sus colores en la puesta de sol.  Y dejarse arrastrar por la marea de palabras que brotan del alma, entre cirrus, estratos, nimbos y cúmulos; abonándole al campo semántico de las historias suspendidas en la atmósfera.

Tengo tanta nube entre las manos
¡si vieras!
Tanta nube entre las manos
como para no dejarte ni el último rincón de los sueños, sin nublar…
Como para que vuelvas
cada vez
en busca de mi cielo.

Así los años y el idilio se fue tejiendo a punta de palabras y fotografías capturadas,  con el fervor de un beso robado. Mis amigos más cercanos, incluso, llegaron a enviarme las fotos que tomaban en sus viajes. Según decían, al toparse con cielos espectacularmente nublados, pensaban en mí.  No voy a negar que tal gesto de cariño aún me conmueve. Pensar que, de pronto y por mi causa, ya andan otros por la vida mirando al cielo, me llena con la misma satisfacción que la mayor de mis travesuras de infancia.


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X Encuentro Latinoamericano de Contrabajos, concierto de clausura

[De mi colaboración para PaperMoons, literatura y más, 3/12/2104]


Martín dio la bienvenida y anunció el programa. Abrieron 3 cuartetos. Por turnos, nos llenaron de música. Estaban ahí, uno a la vez: 
4 cuerpos
                   8 manos
                                   1 misma caricia...

Hubo momentos en los que casi fue posible ver las notas, saltar de un contrabajo a otro, como si se lanzaran una pelota sonora, muy suave y luminosa. También me resultaba asombrosa la ternura del contrabajista que acercaba su oído a las cuerdas, como murmurándole al instrumento secretos de amor muy dulces.

El último de los cuartetos fue el más oscuro. Algo en esa intensidad, en las manos jalando las cuerdas a intervalos cada vez más cortos; evocaba el latir agitado del corazón. Y entonces, caí en el embeleso voyeurista: la delicia de los músicos que parecen adivinar el punto exacto en que la cuerda espera la fricción del arco.


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Agosto


Julio fue. Y fue bonito.

No termina de sorprenderme cómo puede cambiarnos la vida en un mes. Así, como si nada. Sin haberlos buscado, de pronto los grandes cambios suceden. A veces.

Julio llegó con palabras. Con recuerdos sabrosos, entrañables. Con poesía a manos llenas y, ¡vaya sorpresa!, con chamba nueva.

Mis días, mis planes, mi mente [y hasta mi emoción], están centrados ahora en un proyecto que apenas hace un mes ni siquiera imaginaba. Sí, estoy contenta. De pronto, hasta eufórica.

La poesía no me abandona. De hecho, quizá más que nunca está presente en mi quehacer. Lo pienso y no logro contener la sonrisa. Una solo puede agradecer la buena fortuna, los buenos amigos... el camino andado. 

Recibo a agosto con 39 años y la sospecha de que muchas cosas buenas están por venir. Y trabajo para ello.

Así la vida.