Si tú me dices: ¡Ven!
Si tú me dices: "¡ven"!, Lo dejo todo...
No volveré siquiera la mirada
Para mirar a la mujer amada...
Pero dímelo fuerte, de tal modo
Que tu voz, como toque de llamada,
Vibre hasta en el más intimo recodo
Del ser, levante el alma de su lodo
Y hiera el corazón como una espada.
Si tú me dices: "¡ven!", Todo lo dejo.
Llegaré a tu santuario casi viejo,
Y al fulgor de la luz crepuscular;
Mas he de compensarte mi retardo,
Difundiéndome, ¡oh, Cristo!,
Como un nardoDe perfume sutil, ¡ante tu altar!
------------------------------------------------------------------
No comments:
Post a Comment