12.21.2012

Navidad...

desde hace tiempo la Navidad, para mí, es más bien el pretexto para la familia materna extendida, en guateque y jolgorio, alrededor de nuestra figura central: mi abuelita.

Es su carita llena de contento, de sabernos a todos ahí reunidos.

Y, claro, la reunión navideña no sería tal sin sus legendarios tamales.




El ritual inicia un día antes. Las mujeres de la familia nos reunimos en su cocina a prepararlos entre pláticas y risas.  Recordamos anécdotas, comentamos los acontecimientos destacados de los últimos meses y, al final, desayunamos tacos del "picadillo" sobrante.

Mi abuelita los cuece el mismo 24 por la tarde, así que al momento de la cena están calientitos, en su punto.

Este domingo nos reuniremos de nuevo, temprano, para reconocer nuestra raíz entre la masa, la carne, las verduras y las hojas de elote.  Dejaremos que mi abuelita relate -como la primera vez- las historias por todos conocidas. 

Este año la Kix va conmigo.  Este año será su iniciación en ese ritual culinario   y le abrirá el paso a la 4ta generación del matriarcado...

¿Hasta dónde será que llegaremos?

No puedo saberlo, pero deseo que el aroma y el calor de la cocina de mi abuelita la acompañe por siempre, como a mí.

No comments: